viernes, 10 de febrero de 2012

UNO DE CÁI

¿¿¿¿Quién diría que se puede hacer metafísica en una canción???? Pues aquí mi amigo, Carlos Chaouen, no sé si intencionadamente o no, me la puso en badeja para servirosla. Primero escuchadla,( sin prejuicios, por favor), después leéis la letra, y finalmente me contais que os parece, que os ha hecho reflexionar o sentir, que es lo que más os gusta o disgusta, si estáis de acuerdo o no, si os recuerda a algo de lo que hemos estudiado… No es obligatorio, así que hacedlo porque os apetezca reflexionar un rato sobre ello, os guste o vete tú a saber. No habrá cuenta de páginas, ni de palabras, sólo de “buenos pensamientos”.

SEMILLA EN LA TIERRA

Duele, la vida como un puñal hay veces que duele
Y nada tiene que ver con tu boca
Que hecha para besar hay veces que muerde
Que anuncia cordura y a veces se vuelve loca
Y duele porque la piel no es materia inerte
Y duele porque el querer es dolerse a veces

Tiembla, la vida como con miedo hay veces que tiembla
Y nada tiene que ver con el aire
Que mueve tu ropa en noches de luna escueta
Que aprieta, suelta y evoca y me enloquece
Y tiembla por los latidos que tú provocas
Y también porque el querer es temblar a veces

Y cada uno en su camino va cantando espantando sus penas
Y cada cual en su destino va llenando de soles sus venas
Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón, tirando piedras
Contra la última frontera
La que separa el mar del cielo del color de tus maneras
La que me lleva a la guerra
A ser semilla en la tierra

Y no me pidas tanto, corazón
Que tengo poco aire en el pulmón
Lo que tengo es un castillo en el cielo
Si viene la guadaña a mi rincón
Enjuágame la frente en tu sudor
Y le das un beso a todos si me muero

Ríe, la vida como un volcán hay veces que ríe
Y nada tiene que ver con el tiempo
Se ríe porque para ella somos tan leves
Como el humo azul que del pudor se desprende
Y ríe porque tu llanto se lo merece
Y también porque el querer es reírse a veces

Vive, la vida por compasión hay veces que vive
Y nada tiene que ver con la muerte
Y cuando llegue ese instante déjame verte
Que no hay mayor libertad que tenerte enfrente
Y que nadie sea absuelto por no quererse
Y vive porque el querer es vivir con creces

Y si todo es semilla no me dolerá la astilla
Que sangran de mi costado tus andares de chiquilla
Y no me digas nada, déjame a mí en mi ventana
Con los pies del otro lado, yo me fumo mis mañanas